Situación Nutricional de Niños, Niñas y Adolescente en Venezuela

En Venezuela estamos viviendo una Emergencia Humanitaria Compleja sin precedentes desde el año 2015. No se han publicado estadísticas nacionales del estado nutricional de nuestra población adulta e infanto-juvenil desde el 2009. Por otra parte, se ha registrado un gran deterioro de las condiciones de salud y nutrición de la población, especialmente de los más vulnerables, como son los niños, niñas, adolescentes, embarazadas, enfermos y ancianos. En el Reporte Mundial sobre las Crisis Alimentarias 2020, Venezuela ocupó el cuarta puesto como peor crisis alimentaria del mundo, reportando más de 9 millones de venezolanos en situación de inseguridad alimentaria en el 2019.

Se ha incrementado de manera significativa la Desnutrición Global severa, que ha ocasionado la asistencia de niños, niñas y jóvenes con este diagnóstico a centros de salud, siendo asociada al hambre y no secundaria a otra condición u enfermedad.

En vista de este Emergencia Humanitaria Compleja, en el año 2019 se instaló en Venezuela la Oficina de Arquitectura Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), con la asesoría de sectores técnica, entre ellos el Clúster Mundial de Nutrición, en el cual participan miembros del Capítulo de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría.

Esta grave situación nutricional, basada en información de publicaciones nacionales e internacionales, afecta principalmente a la población infantil desnutrida o con carencias de nutrientes específicos, haciéndola más vulnerable a complicaciones infecciosas y afectación del desarrollo cognitivo, entre otras.

Entre los hallazgos más importantes se mencionan:

  1. Pérdida de casi 3 años en la expectativa de vida entre los nacidos en el periodo 2015-2020, en comparación con los nacidos entre 2.000 y 2.005
  2. El confinamiento durante la pandemia ocasionó que repuntara la pobreza extrema, haciendo que el 94% de la población venezolana se encontrara en Inseguridad Alimentaria, con ingresos insuficientes para adquirir los alimentos de la  canasta familiar y escasez de servicios básicos. En este grupo, el 25% de la población se encuentra en situación severa de inseguridad alimentaria, cifra que continúa en ascenso
  3. Todos los estratos socioeconómicos redujeron su gasto en alimentos, siendo más evidente en el estrato más bajo (13.3%). La ayuda social a través de Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) han logrado mejorar la ingesta de proteína animal y de leguminosas en las poblaciones atendidas. Por el otro lado, el programa gubernamental de reparto de alimentos CLAP ha disminuido la frecuencia de entrega en más de un 60%, ofreciendo sólo harinas, azúcares, aceites y grasas. Estos déficits de consumo, junto a la inseguridad alimentaria, elevó probablemente a 13,6 millones el número de personas con subalimentación o hambre crónica entre el año 2020 y 2021.
  4. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI), el Programa de Alimentación Escolar (PAE) se redujo a un 19% durante la pandemia
  5. Para el año 2019, se determinó que aproximadamente 2,2 millones de niños  y niñas recibían una o ninguna comida al día. Ese mismo año, se registró un 30% de desnutrición crónica o retardo del crecimiento en menores de 5 años y malnutrición en el 50% de las embarazadas en hogares severamente empobrecidos.
  6. Durante la pandemia se registró un aumento de desnutrición en la población, afectando al menos a 3,1 millones de personas, especialmente menores de 10 años, embarazadas, personas mayores y otros grupos vulnerables. En la mitad de los estados más poblados del país, se encontró riesgo de déficit nutricional en 60% de niños y niñas menores de 5 años. La proporción de niños y niñas con desnutrición global aguda pasó de 8,4% a 14,4% según datos de Cáritas Venezuela mientras que la desnutrición crónica pasó de 30% a 33% según la Fundación Bengoa. Según esto último, 1 de cada 3 niños en el país tiene Retardo del Crecimiento, inclusive en edad escolar, lo cual refleja la larga data del proceso de subalimentación, exponiéndolos a irremediables trastornos del desarrollo y enfermedades a futuro.
  7. Se calcula que la Desnutrición Aguda Global (moderada y severa) sobrepasa el 10.1%, alcanzando el umbral de crisis de salud pública (10%) según criterios de la OMS. En algunos estados sobrepasa inclusive el 15%, considerado nivel de emergencia, afectando la estructura y la funcionalidad del organismo, produciendo secuelas irreversibles tanto físicas como intelectuales. Por otra parte, el 22% de los niños evaluados se encuentran en riesgo de entrar en desnutrición aguda en el corto plazo
  8. Para finales del 2021, Caritas reportó desnutrición aguda global en 40% de niños menores de 2 años, periodo de la vida donde los efectos de la desnutrición son más graves e irreversibles.
  9. Las cifras de desnutrición infantil se han mantenido en ascenso progresivo en los últimos 5 años y no se ha iniciado un plan de intervención apropiada para estos grupos afectados. La mayoría de la ayuda está siendo distribuida por ONGs y agencias internacionales
  10. Es importante acotar que hasta ahora no se han logrado determinar las consecuencias de la pandemia por Covid 19 en la población infantil desnutrida en Venezuela, ya que no contamos con cifras oficiales. Organizaciones como Alimenta la Solidaridad reporta una disminución significativa de más de un 40% de la ayuda alimentaria en las zonas vulnerables (por ejemplo, Petare en Caracas), debido a la falta de trasporte, escaso personal y a las medidas de cuarentena que se sugirieron a nivel nacional por más de un año.
  11. Más del 60% de las embarazadas no reciben control prenatal y sólo un bajo porcentaje se controlan tardíamente en el octavo y noveno mes de embarazo, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus hijos en un contexto de emergencia alimentaria. Venezuela es el segundo país de Latinoamérica con la tasa más elevada de embarazo en adolescentes, lo cual incrementa el riesgo de desnutrición materno-infantil
  12. La combinación de condiciones de emergencia en alimentación y en salud aumenta las probabilidades de complicaciones y mortalidad en niños más pequeños y embarazadas con desnutrición severa.
  13. La mayoría de los Hospitales en el país no cuentan con el aporte de dieta básica para los pacientes, no cubriendo los requerimientos calóricos y proteicos necesarios, conllevando a un empeoramiento de la desnutrición intrahospitalaria y prolongando la estancia hospitalaria. La compensación de este déficit mediante alimentos aportados por la familia pueden incrementar el riesgo sanitario intrahospitalario e infecciones asociadas a los cuidados de la salud. La ausencia de Bancos de Leche Humana afecta la lactancia en los pacientes pediátricos y no existen formula infantiles básicas ni especiales para la suplementación nutricional en las áreas de hospitalización neonatal y hospitalización pediátrica, desde hace más de cuatro años, dependiendo de donaciones que no garantizan un suministro continuo, egresando en peores condiciones nutricionales que a su ingreso. Así mismo, los pacientes hospitalizados no reciben una dieta individualizada según sus requerimientos basales o enfermedad de base.
  14. Los suplementos nutricionales especiales como Fórmulas F75 y deslactosadas, entre otras, no se encuentran a disponibilidad de los hospitales del país,  siendo solventado a través de donaciones, las cuales sólo cubren parcialmente los requerimientos de estos pacientes hospitalizados.

 

En Venezuela se ha documentado y alertado la falta de estos recursos y, a pesar ello, no existe actualmente ningún plan de emergencia para corregir la desnutrición. No se han realizado censos de la condición nutricional de la población desde el año 2009.

La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría ha participado en iniciativas como el “Programa para el manejo de suplementos nutricionales en el marco de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela 2019”

En el mes de mayo del 2021 el Clúster de Nutrición de Unicef, donde participa la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, junto con representantes del Gobierno Nacional y ONGs  diseñó la “Guía para el Personal Humanitario y Ambulatorio, para la Atención Nutricional de Niños y Niñas de 6-59 meses con Desnutrición Aguda y en Riesgo”, actualmente en fase de aprobación gubernamental para su eventual ejecución y difusión.

En vista de todo lo anteriormente expuesto, realizamos el llamado a las autoridades gubernamentales y no gubernamentales, para dar respuesta a la grave situación nutricional  en que se encuentra una importante parte de la población infanto-juvenil venezolana; comprometiendo su crecimiento y desarrollo, al igual que la calidad de vida y salud integral.


Capítulo de Crecimiento, Desarrollo y Nutrición de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría

 

https://www.proyectoencovi.com/

https://humvenezuela.com/

https://caritasvenezuela.org/nuestra-labor/boletin-saman/

https://datastudio.google.com/u/0/reporting/2594200e-4e16-4137-bfb0-657bbc0ce154/page/eBlZB?s=t79cQpyFT-o

https://www.acaps.org/country/venezuela/crisis/complex-crisis

https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/20190814%20HRP_VENEZUELA.pdf

https://www.encuestanacionaldehospitales.com/

https://www.thelancet.com/journals/langlo/article/PIIS2214-109X(18)30479-0/fulltext?utm_campaign=lancet&utm_content=83467942&utm_medium=social&utm_source=twitter&hss_channel=tw-27013292

https://encovi.ucab.edu.ve/divulgacion/libros-e-informes/

https://www.who.int/nutrition/publications/fetal_dev_report_ES.pdf

https://www.humanitarianresponse.info/en/operations/venezuela/document/venezuela-humanitarian-response-plan-july-2019-%E2%80%93-december-2019

 

 

Comunicado de la SVPP.