DRA. INÉS ORTIZ ALEMÁN SVPP TRUJILLO.
POR QUE NO SE DEBE FUMAR EN EL EMBARAZO.
Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de aborto espontáneo o que el bebé nazca sin vida, aumenta en un 25 % la probabilidad de que el bebé sea víctima del síndrome de muerte súbita infantil después de nacer y la probabilidad de que sufras otras complicaciones del embarazo como: embarazo extrauterino o ectópico, desprendimiento de la placenta ( la placenta se separa de la pared del útero), sangrados vaginales, parto prematuro o un bebé de bajo peso al nacer. Los bebés cuyas madres fumaron durante el embarazo son, en promedio, mucho más pequeños al nacer que los de las mujeres que no fuman. Esto es muy serio porque el bajo peso del bebé es uno de los principales factores asociados con ciertas enfermedades y posibles discapacidades y hay una fuerte relación entre el uso de tabaco en el embarazo y los bebés que nacen con el labio o paladar hendidos. Los bebés de madres fumadoras también están más propensos a tener sibilancias en la infancia además de afectar el desarrollo mental y la conducta de tu bebé, resultando en falta de atención e hiperactividad. Si dejas de fumar en la primera mitad del embarazo, es probable que tu bebé nazca con un peso sano. Pero aún si abandonas el hábito en las últimas semanas, habrá beneficios para ti y tu bebé, y su desarrollo puede mejorar ¡Cada cigarrillo que dejes de fumar es una gran victoria! No es fácil dejar de fumar, sobre todo cuando sientes fuertes ansias por hacerlo, por eso lo más probable es que necesites ayuda complementaria para lograrlo con éxito. Las cifras dicen que muchas mujeres consiguen dejar de fumar, aunque después de dar a luz también es fácil recaer. Se recomienda dejar de fumar cuanto antes, mejor incluso si se hace antes de lograr el embarazo (entre otras cosas, las posibilidades de quedar embarazada aumentarán si no se fuma). Si la embarazada es consciente del daño y no le da importancia, o no hace lo suficiente para dejar de fumar, se trata de irresponsabilidad; pero si es incapaz de dejar el hábito, se trata de que es víctima de una necesidad y necesita ayuda. Por supuesto, también está el caso de aquellas mujeres que fuman por desconocimiento, o que les falta la información necesaria. Si tenemos este problema, el médico puede derivar a la mujer a un programa adecuado para dejar de fumar o sugerirle otras maneras de dejar de fumar. Realizar ejercicio durante el embarazo reducirá las ganas de fumar y aporta muchos beneficios. También puede resultar tener siempre a mano frutas o verduras que resulten especialmente apetecibles para reducir la ansiedad. Se debe exigir a los que las rodean que no fumen, haciéndoles partícipes de su esfuerzo y pidiéndoles comprensión y apoyo. Estudios sugieren que ciertos factores aumentan las probabilidades de que la mujer logre dejar de fumar durante el embarazo: Haber intentado dejar de fumar en el pasado, tener una pareja que no fume, contar con el apoyo de la familia u otras personas importantes en su vida y conocer los efectos nocivos del tabaco.
DRA. INÉS ORTIZ ALEMÁN SVPP TRUJILLO