Dra. Morella Martínez de Herrera.
FIEBRE: aliada o enemiga.
Nuestro organismo cuenta con muchos mecanismos de defensa naturales para enfrentarse a las agresiones de agentes externos o internos que pueden dañarlo, como virus, bacterias, hongos, células cancerígenas y sustancias tóxicas.
La elevación de la temperatura corporal como respuesta a estas “invasiones” es la fiebre. Al aumentar la temperatura el cuerpo busca acabar con los agresores iniciando además una respuesta inmune. Lamentablemente asociado a la fiebre se presentan otros síntomas muy molestos como dolor de cabeza, dolor muscular, dolor articular, malestar general, decaimiento -el cuerpo demanda reposo para recuperarse- y en el caso de los pacientes pediátricos susceptibles, las temidas “convulsiones febriles”. Es por esta última razón que se busca bajar la fiebre con antipiréticos (medicamentos) y/o medidas físicas, NO porque la fiebre sea en sí grave ni representa un peligro para el paciente.
La fiebre es un signo y un síntoma, no es una enfermedad en sí, es una respuesta fisiológica para aumentar la eficacia de nuestro sistema inmune. Al elevarse la temperatura, el cuerpo dificulta el crecimiento bacteriano y la replicación viral; NO le teman a la fiebre, es nuestro cuerpo dando un alerta. Así que lejos de ser nuestra enemiga, puede resultar incluso nuestra aliada al avisarnos de que algo está pasando con la salud de nuestros pequeños.
¿Cuándo debemos preocuparnos y acudir por atención médica de inmediato?
- Si el bebé es menor de 3 meses.
- Si el bebé o niño tiene alguna enfermedad de base, condición médica especial, ejemplo una cardiopatía o toma alguna medicación.
- Si hay síntomas asociados como vómitos, tos, diarrea, lesiones en piel, y/ o dolor.
- Si la duración es superior a 72 horas.
- Si el bebé o niño luce decaído (inclusive al bajar la temperatura), no se alimenta, o no juega ni interactúa con el entorno.
- Si se asocia a convulsiones.
- Si papá o mamá tienen duda o temor.
Es importante siempre mantenerse en comunicación con su pediatra de confianza quién es la persona indicada para orientar sobre la conducta oportuna a seguir.
Artículo escrito por
Dra. Morella Martínez de Herrera
Pediatra y Puericultor
Secretaria de información y difusión de la Filial Nueva Esparta