Dra. Inés Ortiz Alemán.
Disfluencia o Tartamudez.
La tartamudez es la disfluencia más habitual; es un trastorno del habla que consiste en una alteración del ritmo y la fluidez verbal, caracterizada por repeticiones indeseadas o con duraciones más prolongadas de lo normal, de sílabas, palabras o frases, acompañadas de interrupciones espasmódicas de la conversación, que producen angustia. El niño quizás pestañe rápidamente o le tiemblen los labios y la mandíbula cuando se esfuerza por hablar.Puede ser difícil distinguir entre la disfluencia que es parte normal del desarrollo y las primeras señales de tartamudez. El tartamudeo es más común en edades de 2 a 5 años. Puede durar desde varias semanas a varios años e igualmente tiende a persistir hasta la edad adulta. Esto se denomina tartamudeo del desarrollo y es el tipo más común de tartamudeo. El problema parece tener una tendencia familiar. No existe una cura, pero la terapia para la tartamudez puede impedir que los niños pequeños continúen con el problema por toda la vida. También existe evidencia de que el tartamudeo es el resultado de un accidente cerebrovascular o lesiones cerebrales traumáticas o un trauma emocional. Los niños con disfluencia normal parecen no estar conscientes de ella y no muestran sorpresa o frustración ante sus errores. La mayoría de los padres o no notan estas faltas de fluidez en sus hijos o las consideran normales. Entre los 18 meses y los siete años de edad, muchos niños atraviesan períodos de disfluencia del lenguaje vinculada a sus esfuerzos por aprender a hablar. Los niños entre 18 meses y tres años de edad con disfluencia normal suelen repetir los sonidos, las sílabas y las palabras, casi siempre al iniciar una oración. Después de los tres años de edad, el niño con disfluencia normal no suele repetir sonidos o sílabas sino palabras ("No-no-no puedo.") y frases completas ("No puedo-no puedo-no puedo ir".). Los niños normales pueden manifestar disfluencia en cualquier momento, pero ésta tiende a aumentar cuando están cansados, entusiasmados, agitados, o se les está apurando para que hablen o cuando hacen o contestan preguntas. La falta de fluidez de estos niños puede hacerse más frecuente por varios días o semanas o casi desaparecer por semanas o meses. La tartamudez leve al igual que la disfluencia normal, puede hacerse más evidente cuando el niño comienza a formular frases de dos palabras, pudiendo demostrar las mismas repeticiones de sonidos, sílabas y palabras que los niños con disfluencia normal, pero suelen repetirlos más a menudo y más veces en cada ocasión que lo hacen. Por ejemplo, en lugar de repetir una o dos veces una sílaba, la repiten cuatro o cinco veces: "¿Me-me-me-me lo puedes alcanzar?". También puede que alarguen los sonidos de vez en cuando, diciendo, por ejemplo, "Mmmmmmami, mmmmme duele". Los niños suelen reaccionar ante su disfluencia, parpadeando o cerrando los ojos, mirando hacia un costado o tensando la boca al tartamudear. Puede que ocurra sólo en situaciones específicas, pero es más probable que se repita en estas mismas situaciones, día tras día. En ocasiones puede mostrarse momentáneamente avergonzado o frustrado, incluso preguntar a los padres por qué le cuesta tanto hablar. En la tartamudez grave, dan muestras de gran tensión, esfuerzo físico y luchan por esconder su tartamudez y pueden incluso evitar hablar. Aunque es más común entre los niños mayores, puede surgir en cualquier momento entre el año y medio y los siete años de edad. En algunos casos, aparece después de un período de tartamudez leve de meses o hasta años de duración. En otros casos, surge de repente, sin que la preceda un período de tartamudez leve. Se caracteriza por la disfluencia de lenguaje en casi todas las expresiones verbales del niño. El tartamudeo suele durar un segundo o más. El alargamiento de los sonidos y los bloqueos verbales ocurren a menudo. El niño cierra los ojos, parpadea, aparta la vista o tensa los músculos de la boca y otras partes de la cara. Mucho de su tensión se puede advertir por la manera en que la voz se le agudiza al repetir o alargar los sonidos. También es posible que anteponga sonidos como "um", "eh" y "bueno" a las palabras con las cuales espera trabarse.
Dra. Inés Ortiz Alemán
Miembro activo de la filial Trujillo de la SVPP.