Dra. Katyuska Mata Alfonzo
EL CONTACTO PIEL A PIEL, PORQUE NO HAY UN LUGAR MEJOR.
El contacto piel a piel (CPP) consiste en colocar el bebé desnudo sobre el pecho o abdomen descubierto de su mamá inmediatamente después del nacimiento. Es una práctica segura, simple, sin efectos adversos que brinda beneficios a la madre, al recién nacido y a la atención en general. Sin embargo, si las condiciones del parto o el estado de la madre, no permite el que ésta realice el contacto piel a piel precozmente con su recién nacido, dicho contacto se puede realizar con el padre, ya que se ha demostrado que también es beneficioso para ambos. Igualmente, es importante y necesaria la supervisión del bebé durante el tiempo que se realiza el contacto, bien por un profesional de salud, por la madre o por un acompañante convenientemente informado.
El contacto piel a piel no solo es una práctica beneficiosa para los recién nacidos a término y sanos; en un principio, ésta técnica se adoptó como forma de cuidado para los bebés prematuros o de bajo peso al nacer que se encontraban dentro de incubadoras. A este contacto piel a piel se le denomina Método de Madre Canguro, por la similitud que guarda con el cuidado que prestan estos animales a sus crías.
Organizaciones de salud, nacionales e internacionales, recomiendan la realización del contacto piel a piel precozmente después del parto vaginal, y también en las cesáreas, siempre que las condiciones de madre e hijo así lo permitan. El contacto piel a piel entre la madre y el recién nacido inmediatamente tras el nacimiento, tiene grandes beneficios para ambos y está ampliamente evidenciado:
1) Favorece la adaptación fisiológica a la vida extrauterina, con rápida mejoría de la oxigenación, regulación de su temperatura corporal y disminución del gasto energético.
2) Libera la oxitocina, “Hormona del amor”, disminuye el estrés y la ansiedad materna, aumenta la calma, la contracción uterina y la eyección de calostro.
3) Favorece un mayor desarrollo del cerebro a nivel cognitivo y una mejor maduración del sistema nervioso.
4) Permite una mayor posibilidad de éxito de iniciar y mantener de la lactancia materna
5) Fortalece el vínculo afectivo madre/hijo.
6) Facilita el desarrollo de un comportamiento de protección y capacidad de la madre para cuidar de su hijo.
7) Permite al recién nacido prematuro experimentar estímulos táctiles, auditivos y propioceptivos. Mejora todos los parámetros fisiológicos, la frecuencia respiratoria y cardíaca se estabilizan; hay menor necesidad de oxigenoterapia y ganancia de peso más adecuada.
8) Favorece la colonización por la flora bacteriana materna en vez de la hospitalaria, brindando protección frente a las infecciones.
El neonato y su madre deben permanecer juntos después del nacimiento y disfrutar de las ventajas de la no separación. Si está sano no hay razón para separarlos, si está enfermo necesita a su madre más que nunca. El contacto piel a piel y lactancia materna es lo único que necesita un recién nacido.
Dra. Katyuska Mata Alfonzo
Pediatra y Puericultor
Presidente de la Filial Nueva Esparta.