Dra. Katyuska Mata Alfonzo.
LOS PARÁSITOS INTESTINALES, ESOS MOLESTOS HUÉSPEDES.
Los parásitos intestinales son organismos que se albergan en el aparato digestivo, y se alimentan de nutrientes que obtienen del ser humano. Pueden durar bastante tiempo dentro del organismo y vivir agradablemente y en armonía, sin producir síntomas porque su presencia puede ser imperceptible o su hallazgo puede ser accidental en un examen de heces; sin embargo, cuando los parásitos encuentran en su hospedador las condiciones favorables para su anidamiento, multiplicación y virulencia, pueden ocasionar enfermedad. Estos patógenos se adhieren o se mantiene en las paredes del intestino y compiten por alimentarse de sustancias que ingieren las personas o, algunas veces, las obtiene de la sangre, causando algunas lesiones en mayor o menor grado, dependiendo de cada persona. Por lo tanto, la infección parasitaria puede producir diferentes manifestaciones clínicas, como:
-Diarrea de intensidad variable.
-Mala absorción de nutrientes y micronutrientes, como el hierro y el calcio, necesarios para el crecimiento y desarrollo de los niños.
-Pérdida de sangre, lo que ocasiona anemia.
-Intolerancia a los azucares.
-Dolor abdominal, náuseas y vómitos.
- Erupción o picazón alrededor del recto o en la vulva.
-Flatulencias, gases, distensión abdominal.
- Pérdida de peso y Desnutrición.
Los parásitos intestinales se dividen en dos grandes grupos: Protozoos (amibas, giardia) y Helmintos (gusanos, lombrices). La mayoría se transmite por vía oral-fecal, especialmente a través de la ingestión de agua y/o alimentos contaminados con formas infectantes, o también por la penetración de larvas a través de la piel desde el suelo. Otros mecanismos de infestación son la higiene personal inadecuada y el contacto con fómites o utensilios contaminados, debido a la resistencia de los huevos de helmintos y quistes de protozoarios a las condiciones ambientales. Las uñas también se han implicado como posibles diseminador de estos enteropatógenos en personas con hábitos de higienes inapropiados.
Medidas generales para prevenir la parasitosis intestinal:
1) Lactancia Materna, como el mejor alimento.
2) Lavarse las manos con agua y jabón, antes de comer, antes de preparar alimentos y después de utilizar el baño.
3) Lavar correctamente las frutas y verduras antes de consumirlas.
4) Usar zapatos u otros calzados para evitar ingreso de larvas al organismo por los pies.
5) Evitar que los niños se lleven objetos sucios a la boca.
6) Hervir y clorar el agua.
7) Utilizar el baño y mantenerlo siempre limpio.
8) Evitar ingerir alimentos en ventas callejeras y lugares con deficientes condiciones higiénicas.
9) Consultar al pediatra, para administración de tratamiento específico.
La importancia de los parásitos intestinales radica en que infectan a más de la mitad de la población humana y los niños son los más afectados. La profilaxis de las enfermedades parasitarias, demandan una tarea compleja y multidisciplinaria.
Dra. Katyuska Mata Alfonzo
Pediatra-Puericultor
Presidente Filial Nueva Esparta