Dra. Inés Ortiz Alemán.
EFECTOS NEGATIVOS DE LA ANDADERA.
Todos estamos de acuerdo en que la primera meta importante que se le pone a los niños y con la que se mide su capacidad es: ¡Aprender a Caminar! En el intento de acelerar el proceso y calmar la ansiedad de la espera, los padres recurren a todo tipo de métodos y caen muchas veces con la famosa “andadera”, que es una de las herramientas más entorpecedoras del desarrollo natural del niño. El proceso del desarrollo integral de los niños se da de modo muy natural, y muchos padres no entienden que los niños en general, no necesitan de un andador para caminar. El mejor ejercicio se logra en el piso, con la libertad para que aprendan a utilizar todos los músculos de su cuerpo de manera balanceada y correcta.
Razones para no utilizar la andadera: LOS ANDADORES DE BEBÉ NO ACELERAN EL PROCESO DE APRENDER A CAMINAR, al contrario, lo atrasan porque crean una falsa percepción que retrasa el aprendizaje natural. LOS MÚSCULOS QUE SE UTILIZAN PARA MOVER UNA ANDADERA son totalmente diferentes a los que el niño utiliza para aprender a caminar en la vida real y de modo natural cuando se ejercita sobre el piso. LA ILUSIÓN DE MOVERSE CON UN ANDADOR CREA FALTA DE BALANCE EN LOS NIÑOS Y POR TANTO LIMITA SU DESARROLLO. Muchos niños típicos criados en andador terminan necesitando terapia física para balancear el uso de los músculos. LOS ANDADORES PROMUEVEN QUE EL NIÑO ANDE EN PUNTILLAS, lo que puede provocar tensión en los músculos de los pies, problemas en los tobillos y pantorrillas. LOS ANDADORES UTILIZADOS DESDE EDADES TEMPRANAS LIMITAN al niño retrasando su habilidad de APRENDER A SENTARSE SOLO, pararse por si mismo y seguir las etapas naturales de desarrollo apropiado. CRECER EN UN ANDADOR LIMITA LAS OPORTUNIDADES DE EXPLORACION NATURAL DEL NIÑO, que desarrollan su creatividad y capacidad de aprender a utilizar las oportunidades a su alrededor para dar sus primeros pasos mientras madura en la experiencia. LOS ANDADORES SON UNA TRAMPA PELIGROSA, los niños pueden quedar atrapados en ellos y sufrir daños graves, ya que pierden el control total de su cuerpo para reaccionar y auto-protegerse. EL ANDADOR PREDISPONE A LOS NIÑOS A PELIGROS INESPERADOS, dándoles la posibilidad de acercarse más rápido de lo normal a situaciones peligrosas como jalar manteles, empujar objetos o acceder a espacios no protegidos. El mejor consejo es colocar una alfombra gruesa y estable sobre el piso, o comprar un piso de seguridad en el que pueda colocarse juguetes blandos para que tu niño explore, gire, se siente, se levante, y así, si cae, no se haga daño. Ten la certeza de que no se ha creado aún el andador que reemplace o mejore la magia del desarrollo natural del niño acompañado de la atención y la interacción con sus seres amados.
Dra. Inés Ortiz Alemán.
SVPP TRUJILLO