Dra. Noema B. Torres Q.
FOMENTANDO LA LECTURA EN NUESTROS NIÑOS Y JOVENES.
La lectura favorece un mejor desarrollo afectivo y psicológico en los niños, les da la oportunidad de experimentar sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran y aprenden; con los libros ríen, sueñan y viajan a otros mundos compartiendo momentos gratos en familia reforzando así el vínculo con los padres.
La exposición temprana de los niños al lenguaje narrativo y poético, a los juegos de palabras y las rimas contribuye a una apropiación distendida del lenguaje y a la comprensión de las estructuras profundas de la lengua materna. Este hecho redundará en una alfabetización gradual, segura y feliz.
Antes de los tres años, a los niños les interesa más la sonoridad que el contenido, pero es muy útil para que vayan interiorizando el lenguaje y los silencios; a nivel cognitivo, les ayuda a crear asociaciones entre su experiencia y el mundo exterior.
Leer es más que saber poner voz a letras, es disponerse a pensar.
No se logra fomentar la lectura a base de satanizar la televisión o los videos juegos, pero es necesario remover y despertar la inquietud y el interés por las historias, la belleza , la chispa de la inteligencia y la sensibilidad .
Actualmente a través de la tecnología digital han proliferado audiolibros, artículos, revistas e incluso de lectura automática, sin embargo ante tanta producción editorial hay que ayudar a saber elegir sobre lo que se ha de leer, insistiendo en aquellos que educan y a la vez deleitan, en consonancia con la capacidad del niño o joven. Para tal fin se han propuesto las siguientes recomendaciones:
—Organizarse: Es importante ayudar a los niños a organizar su tiempo y su biblioteca.
—Ser constante: todos los días hay que reservar un momento para la lectura.
—Pedir consejo: es importante asesorarse sobre los libros más adecuados para cada niño y cada edad.
—Escuchar: en las preguntas de los niños y adolescentes está la clave para aprender sobre sus gustos y motivaciones
—Estimular y alentar: cualquier situación puede proporcionar motivos para lectura. Por ello recomiendan dejar siempre libros al alcance de los niños.
—Dar ejemplo: las personas adultas son un modelo de lectura, por tal motivo es importante leer delante de ellos.
—Respetar: los niños tienen derecho a elegir. Hay que estar pendientes de sus gustos y preferencias.
—Proponer, no imponer: es mejor sugerir que imponer. La lectura no debe ser obligada.
—Compartir: El hábito de la lectura se contagia leyendo junto a los niños.
De esta manera la familia es clave, ya que debe ejercer este papel a través de los padres, y apoyarse en los maestros y profesores, esforzarse para encontrar momentos para leer, enseñando con el ejemplo, de modo que experimenten nuestros niños y jóvenes el placer de la lectura.
Dra. Noema B. Torres Q.
Pediatra Puericultor
Especialista en Nutrición, Crecimiento y Desarrollo
Secretaria de Finanzas
SVPP Filial Zulia