Dra. Katyuska Mata Alfonzo.
CONOCIENDO ACERCA DEL FUMADOR PASIVO.
Se conoce como fumador pasivo o involuntario, a la persona, sea niño o adulto, que no es fumadora y aspira el humo de cigarrillo o de tabaco generado por otras personas que fuman; este humo es conocido como humo de tabaco ambiental o humo de segunda mano y proviene del humo que es expulsado por el fumador (Humo de corriente principal) y del humo que sale del extremo encendido de un cigarrillo, pipa o tabaco (Humo de corriente secundaria)
Tambien existe otra forma en que el humo del cigarrillo afecte al organismo; el denominado humo de tercera mano, y es la contaminación residual que queda tras apagar un cigarrillo, donde las sustancias tóxicas se depositan en las alfombras, cojines, en los muebles, en la piel, en la ropa del fumador, es decir en el ambiente general. Estas sustancias toxicas pueden permanecer almacenadas durante horas, días, e incluso, meses; y no pueden ser eliminadas adecuadamente utilizando métodos de limpieza tradicionales.
El humo de segunda y tercera mano es más perjudicial que el que inhala el propio fumador, porque tiene una mayor concentración de tóxicos ya que, se produce a altas temperaturas y no pasa por ningún tipo de filtro. El humo que inhalan los fumadores pasivos contiene hasta tres veces más nicotina y alquitrán que el que aspira el fumador, y unas cinco veces más monóxido de carbono.
El hábito de fumar es perjudicial para la salud, no sólo para la persona que enciende el cigarrillo y fuma, sino también para aquellos que los rodean. Uno de los principales afectados son los niños que conviven con adultos fumadores; por lo tanto, los niños fumadores pasivos están más expuestos a las sustancias toxicas y son más vulnerables a los efectos de la exposición al humo del tabaco, debido a que su organismo y sistema respiratorio están en desarrollo, lo que lo hace más susceptible a todas las sustancias tóxicas.
Efectos del tabaquismo pasivo en los niños:
1) Alta exposición a agentes cancerígenos, lo que aumenta el riesgo de presentar leucemia y linfomas.
2) Mayor frecuencia de enfermedades respiratorias como asma, neumonías, bronquiolitis, bronquitis, otitis, entre otras;
3) Mayor exacerbación de los síntomas de alergia.
4) Riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita del lactante.
5) Mayor riesgo de presentar caries dentales.
6) Los niños y adolescentes que conviven con fumadores tienen más posibilidades de llegar a ser fumadores activos.
7) Los hijos de madres fumadoras o que viven en ambiente contaminado de humo tienen mayores posibilidades de nacer con bajo peso y de padecer problemas respiratorios.
Dra. Katyuska Mata Alfonzo
Pediatra y Puericultor
Presidente de la Filial Nueva Esparta