Dra. Mirluy Vera Grelis.
CRIANDO CON AMOR: EL REFORZAMIENTO.
En la crianza de nuestros hijos se requiere la atención cuidadosa de su conducta, somos responsables de ello; la principal fuente de control de la conducta son las consecuencias que la siguen, por lo que si va seguida de estímulos positivos (reforzadores positivos) aumentará la probabilidad de que sea repetida. Se debe aclarar que los reforzadores no modifican conducta, solo la incrementan.
Para aplicar el reforzamiento, se aconseja seguir los siguientes pasos:
- Identificar la conducta que se quiere reforzar (por ejemplo, “me gustaría que se portara mejor”).
- Elegir reforzadores (premios), estos son individualizados, empezar con los reforzadores materiales (un cuento, un juguete) luego ir gradualmente hacia los reforzadores sociales (palabras de aliento, un abrazo, un beso, una sonrisa, un elogio). Por ejemplo: “que bien te portaste hoy, estoy muy contento contigo”. El afecto genuino es el mejor premio de un niño;
- Administrar de forma adecuada los reforzadores, estos funcionan inmediatamente después de las conductas deseadas, y deben ser constantes ya que el niño lo interpreta en relación con el estado de ánimo del padre. Por ejemplo, el niño puede pensar lo siguiente: “hoy mi papá me dijo eso porque le fue bien en el trabajo”, y hay que dejar claro que es por la conducta deseada.
Una educación basada en dar reforzamiento positivo resultará eficaz para ir construyendo aquellas conductas que deseamos fomentar, incrementando las posibilidades de desarrollo positivo y en definitiva su felicidad.
Dra. Mirluy Vera Grelis
Pediatra-Puericultor.
Secretaria de Finanzas Filial Anzoátegui.