Dr. Eduardo Hernández G.
EL NIÑO CON TDAH Y LA ESCUELA.
El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico caracterizado por inatención, hiperactividad e impulsividad, estas conductas se presentan en la casa, escuela y ambiente social, tiene repercusiones académicas, sociales, emocionales y familiares. En el ámbito escolar, los padres suelen preocuparse mucho por el rendimiento académico de su hijo, y los maestros informan de sus problemas.
Es usual que los preescolares con conductas de déficit de atención tengan dificultad para ejercer el autocontrol y que manifiesten una hiperactividad e impulsividad tan severa que su control en un aula sea difícil. Pueden actuar de una manera agresiva con sus compañeros, les cuesta compartir y jugar en forma colectiva. Los padres no se sorprenden cuando el maestro les solicita ayuda, ya que es muy probable que estas conductas se presenten también en casa.
Los escolares con TDAH, sobre todo si pertenecen al tipo inatento, son mucho más tranquilos que sus pares hiperactivos, y es frecuente que en los primeros años de primaria su problema pase inadvertido. Sin embargo, en los grados intermedios de la primaria comienzan a destacarse como alumnos excesivamente distraídos, pasivos, desorganizados, y simulan la existencia de un problema de aprendizaje. Al niño con TDAH que no puede atender las instrucciones del maestro, le puede resultar difícil iniciar sus deberes y los trabajos sin terminar tenderán a acumularse con rapidez.
Los numerosos pasos que requiere la realización de una tarea (por ejemplo, apuntar en el aula la tarea a realizar en casa, traer a casa los libros apropiados, sentarse después de la escuela para concentrase en la tarea, colocar la tarea terminada en el lugar apropiado, recordarse de llevarla a la escuela al día siguiente, sacarla y entregársela al maestro) pueden ser un reto para la capacidad de organización y atención de un niño con TDAH.
En el caso de los escolares con TDAH de tipo hiperactivo o combinado, suelen caerle mal a sus compañeros de clase debido a su conducta a menudo dominante, disruptiva, desordenada e inmadura.
La frustración académica y el fracaso repetido, el rechazo social y la crítica de maestros y padres durante los años de primaria pueden hacer que el niño desarrolle problemas de autoestima, ansiedad o depresión.
Los maestros están en la obligación de informarse acerca del TDAH, de sensibilizarse con esta realidad para poder contribuir al mejoramiento del rendimiento académico de sus alumnos. Deben trabajar en conjunto con el médico, el psicólogo o terapeuta y el psicopedagogo. Mediante la implementación de adaptaciones sencillas los maestros en el ambiente del aula o en el estilo de enseñar, pueden obtener progresos en sus alumnos. Pequeños cambios en la forma en que un maestro se aproxima a un alumno con TDAH pueden transformar un año de pérdidas en uno de ganancias para el niño y su familia.
Dr. Eduardo Hernández G.
Pediatra y Terapeuta de la Conducta Infantil.
Miembro Comisión de Pediatría Social de la SVPP