Dra. Katyuska Mata Alfonzo.
SER FELIZ TAMBIÉN SE APRENDE.
SER FELIZ TAMBIÉN SE APRENDE
Conseguir que nuestros hijos sean niños felices es una de nuestras principales metas, aunque no siempre es fácil conseguirlo. Tener a un niño feliz debe ser el propósito de los padres así como de los maestros y de toda la sociedad; sin embargo no existe una receta mágica que nos garantice que los niños puedan convertirse en personas completamente felices, sobre todo en medio de esta sociedad tan exigente, en la que habitualmente, no tenemos tanto tiempo como deberíamos. Pero como padres y educadores, podemos establecer bases y directrices que van a servir como punto de inicio, a partir de las cuales puedan desarrollar sus competencias sociales o su seguridad emocional; para eso, la clave está en tener paciencia, ser siempre cercanos y afectivos y entender que la educación emocional con un niño empieza desde el primer día en que lo sostienes en brazos. Ser feliz, así como tener miedo, compartir, ser agresivo; también se aprende desde muy temprana edad y para lograrlo debemos promover en los niños la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación y la integridad. Por lo tanto:
1- Debemos realizar actividades con los niños, ya sean artísticas y físicas.
2 - Debemos repetirle frases motivadoras; por ejemplo, “Te amo hijo”, “Me haces muy feliz”, “Me encanta compartir mi tiempo contigo”, “Eres maravilloso”, “Lo estás haciendo bien”, “Creo en ti”, “Te felicito por lo que has hecho”, “Confío plenamente en que puedes lograrlo”.
3 – Debemos fomentar la gratitud, esto favorece la estabilidad mental y enriquece el crecimiento de los niños, además permite que valoren más lo que tienen y a su entorno.
4 - Debemos educarlos en un ambiente positivo, esto le permitirá ser más seguros y creer en sí mismos.
5 - Se debe evitar etiquetar a los niños. Decirles "eres malo", "eres llorón", los predisponen a moldear su actitud para encajar en este perfil.
6.- Debemos eliminar conductas como pegar, insultar o faltar el respeto; hay que darle el justo valor a las cosas y a las situaciones.
7 – Debemos animarlos a que consigan sus objetivos por sus propios méritos.
8- Hay que estimular la independencia de los niños, esto potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismos; sin embargo deben saber desde muy pequeños que en casa, como en la sociedad, hay unos límites que se deben respetar.
9 - Los niños deben aprender a controlar y regular sus emociones para resolver los problemas de manera pacífica. Eso genera tranquilidad y armonía en su carácter.
Dra. Katyuska Mata Alfonzo.
Pediatra y Puericultor.
Presidente filial Nueva Esparta