Dra. Iraida Zacarías Narváez.
SANGRADO NASAL O EPISTAXIS EN NIÑOS.
La epistaxis o sangrado nasal ocurre en los niños con habitual frecuencia, entre los 2 y 10 años, en especial en los mayores de 5 años (56%). Estas son bastante aparatosas, algo molestas y habitualmente alarman a padres y niños, pero no suelen ser un problema importante.
Un niño puede tener sangrado nasal de vez en cuando o tenerlo más a menudo. Estos con frecuencia suelen ocurrir en la parte anterior de la nariz, a nivel del tabique que separa ambos lados de la nariz (tabique nasal), y suelen iniciar de un solo lado. A veces, empiezan en la parte posterior de la nariz, aunque es muy raro en niños, puede ocurrir cuando hay lesiones en la cara o la nariz.
Las causas más frecuentes de sangrado nasal son:
- hurgarse la nariz
- golpe o traumatismo nasal o en la cara
- meterse algo dentro de la nariz (cuerpo extraño nasal)
- irritación nasal por: un resfriado o catarro o alergia
- ambiente seco y caliente en interiores (generalmente en invierno o aires acondicionados), que hace que la superficie interna de la nariz se agriete, se llene de costras y pique.
- Medicamentosa: aspirina, ibuprofeno, anticoagulantes, etc.
En caso de sangrado lo ideal es lo siguiente:
- Mantener la calma: si nos alarmamos, nuestro hijo se asustará y será más difícil detener el sangrado. Así que lo mejor es actuar con calma y recordar que no es algo grave.
- Pinzar la nariz con ayuda de un pañuelo de tela limpio con los dedos índice y pulgar: con el niño sentado o de pie y su cabeza ligeramente hacia adelante, apretamos su nariz con los dedos, durante 10 minutos. Es necesario mantener la presión durante los 10 minutos, ya que si dejamos de apretar volverá a comenzar el sangrado. Si continúa sangrando se repite el proceso. Si tras otros 10 minutos de comprimir de forma ininterrumpida no se ha detenido la hemorragia, debe acudir al pediatra.
- No echar la cabeza del niño hacia atrás, con esto lo único que se consigue es que el niño se trague la sangre, pudiendo provocarle tos e incluso vómitos.
- Cuando se detiene el sangrado: debemos esperar un rato e impedir que el niño se toque, se suene o se hurgue la nariz. Es aconsejable que se eviten traumatismos en los próximos días, dado que la zona está débil y es más propensa a sufrir nuevas hemorragias.
- Cuando el sangrado se produce de forma muy frecuente, es necesario que acuda al pediatra.